En una jornada electoral marcada por una alta participación, Donald Trump fue declarado vencedor en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, superando a la candidata demócrata Kamala Harris.
La contienda, desarrollada el martes 5 de noviembre, estuvo enfocada en temas como la economía, la seguridad nacional y la política exterior.
Donald Trump aseguró su victoria con un total de 306 votos electorales, superando los 270 necesarios en el Colegio Electoral para ganar la presidencia, mientras que Kamala Harris obtuvo 232 votos.
En el voto popular, Trump alcanzó aproximadamente 74 millones de sufragios, equivalentes al 50.3% del total, mientras que Harris logró alrededor de 70 millones, o el 47.5%.
Los estados clave, como Florida, Pensilvania y Ohio, resultaron decisivos para la victoria de Trump, pues concentraron altos números de electores y marcaron una diferencia en el resultado final.
El conteo de votos se extendió en varios estados, debido a la afluencia de electores y a la utilización de métodos mixtos de votación, incluyendo sufragios por correo y votación anticipada.
A medida que avanzaba el conteo, los resultados fueron revelando una tendencia favorable para Trump en estados clave, permitiéndole obtener los votos necesarios en el Colegio Electoral para asegurar su victoria.
Harris, quien buscaba hacer historia como la primera mujer presidenta del país, agradeció a sus seguidores en un discurso ofrecido en la noche electoral y enfatizó la importancia de continuar trabajando por los principios de su partido. Por su parte, Trump ofreció un mensaje de victoria en el que destacó su compromiso con los votantes y delineó sus planes para el próximo mandato.
Las elecciones de Estados Unidos de nueva cuenta en los ojos del mundo
Observadores internacionales y diversos grupos de la sociedad civil monitorearon el proceso electoral para verificar su transparencia. Los resultados finales serán sometidos a certificación oficial en las próximas semanas, y se espera que el nuevo período presidencial inicie el 20 de enero de 2025.
El mundo se mantuvo a la expectativa durante la jornada electoral en Estados Unidos, atento al desenlace de una elección que podría influir en las relaciones internacionales y en la economía global.
Líderes de distintos países expresaron su interés en colaborar con el próximo gobierno estadounidense, mientras los mercados internacionales reflejaron la incertidumbre y la volatilidad propias de un cambio en la administración de la Casa Blanca.